Cinco Días - Madrid - 06/12/2011 - 07:00
Repsol cerró ayer una emisión de bonos a cuatro años y dos meses por valor de 850 millones, según anunció por la tarde la petrolera en un hecho relevante en la CNMV. La emisión tiene un cupón asociado del 4,25% y un diferencial equivalente a 250 puntos básicos sobre el mid swap, señala la compañía. Esta va a solicitar la admisión a cotización de los bonos en la Bolsa de Luxemburgo.
Los bancos directores de la emisión, realizada al amparo del programa Euro Medium Term Note de la filial Repsol International Finance, han sido BBVA, BNP Paribas, Citigroup, CaixaBank, Deutsche Bank y JP Morgan.
Con esta operación, la petrolera se adelanta a los vencimientos de deuda que tiene previstos en febrero del próximo año, en un momento en el que el mercado parece ofrecer oportunidades para este tipo de operaciones, indican fuentes de la compañía. La deuda financiera neta de la petrolera, excluida Gas Natural Fenosa, se situó al cierre del tercer trimestre en 2.909 millones de euros (con la de su participada dicha deuda asciende a 6.900 millones). El ratio de endeudamiento, en el primer caso, es del 8,4%.
Aprovechando una situación más favorable de los mercados en la última semana, y tras detectar la existencia de demanda, la petrolera convocó ayer por la mañana en Londres a los inversores institucionales para sondear la posibilidad de emitir bonos. La mejora de los mercados de renta fija, después de que la prima de riesgo española haya caído en la semana hasta los 292 puntos básicos, animó a Repsol a romper la sequía de emisiones de deuda corporativa.
La compañía que preside Antonio Brufau también ha querido aprovechar la mejora de expectativas que han supuesto sus últimos descubrimientos de pozos petrolíferos, uno de ellos, de shale oil en Argentina, supone el mayor de su historia.
La incertidumbre ha provocado que este año -con datos al cierre de noviembre- haya caído hasta los niveles más bajos en seis años las emisiones de deuda corporativa de empresas europeas.
Según datos de la compañía, la demanda se situó 3,2 veces por encima de la oferta y los compradores fueron gestores de fondos de inversión, entidades financieras y compañías de seguros. Los demandantes procedían especialmente de Alemania (el 20%), seguidos de Reino Unido (14%); España (7%), Francia (6%) e Italia (4%).
La última recompra de bonos por parte de Repsol fue en octubre de 2009, fecha en que también amplió una emisión.
Los bancos directores de la emisión, realizada al amparo del programa Euro Medium Term Note de la filial Repsol International Finance, han sido BBVA, BNP Paribas, Citigroup, CaixaBank, Deutsche Bank y JP Morgan.
Con esta operación, la petrolera se adelanta a los vencimientos de deuda que tiene previstos en febrero del próximo año, en un momento en el que el mercado parece ofrecer oportunidades para este tipo de operaciones, indican fuentes de la compañía. La deuda financiera neta de la petrolera, excluida Gas Natural Fenosa, se situó al cierre del tercer trimestre en 2.909 millones de euros (con la de su participada dicha deuda asciende a 6.900 millones). El ratio de endeudamiento, en el primer caso, es del 8,4%.
Aprovechando una situación más favorable de los mercados en la última semana, y tras detectar la existencia de demanda, la petrolera convocó ayer por la mañana en Londres a los inversores institucionales para sondear la posibilidad de emitir bonos. La mejora de los mercados de renta fija, después de que la prima de riesgo española haya caído en la semana hasta los 292 puntos básicos, animó a Repsol a romper la sequía de emisiones de deuda corporativa.
La compañía que preside Antonio Brufau también ha querido aprovechar la mejora de expectativas que han supuesto sus últimos descubrimientos de pozos petrolíferos, uno de ellos, de shale oil en Argentina, supone el mayor de su historia.
La incertidumbre ha provocado que este año -con datos al cierre de noviembre- haya caído hasta los niveles más bajos en seis años las emisiones de deuda corporativa de empresas europeas.
Según datos de la compañía, la demanda se situó 3,2 veces por encima de la oferta y los compradores fueron gestores de fondos de inversión, entidades financieras y compañías de seguros. Los demandantes procedían especialmente de Alemania (el 20%), seguidos de Reino Unido (14%); España (7%), Francia (6%) e Italia (4%).
La última recompra de bonos por parte de Repsol fue en octubre de 2009, fecha en que también amplió una emisión.
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