Un estafador reincidente fue detenido “in fraganti” por personal de Delitos Económicos de la Policía, cuando cobraba el dinero correspondiente a una cuota de un seguro para automóviles, que había vendido simulando trabajar para una conocida empresa aseguradora. Antes, este estafador había prestado servicios para esa empresa, pero lo echaron porque comprobaron que vendía pólizas apócrifas.
Hasta el momento, las víctimas de esta nueva ola de estafas son más de 100, según adelantó el jefe de Delitos Económicos, comisario Alejandro Mercado, quien dijo que aún no puede calcularse con exactitud cuánto dinero malversó, “pero la maniobra puede ser muy grande”, ya que la cantidad de víctimas puede crecer considerablemente porque al estafador tendría una nutrida cartera de clientes. Muchos más pueden haber caído en el engaño, y esto se conocerá con el transcurso de los días.
Como por cada cuota recaudaba unos 100 pesos, el estafador levantaba –al menos– unos 10 mil pesos por mes. El detenido fue identificado como Silver Ceferino Bosio, argentino, de 51 años. Y como todo buen estafador, tenía “chamuyo”: hacía que sus clientes se sintieran cómodos, que confiaran en él. Cuando lo conseguía, les ofrecía una póliza de seguro para vehículos (haciéndose pasar por productor, supuestamente, de la empresa Seguros Federal), se las vendía y una vez al mes volvía para cobrar la cuota. Y así lo hizo, con más de 100 personas, por más de un año, hasta que uno de sus clientes tuvo un problema con el auto y quiso llamar a la grúa.
Desde el servicio de grúa le dijeron que su número de póliza no era válido, y cuando acudió a la aseguradora, entendió todo: el hombre que le había vendido la póliza no pertenecía más a esa empresa, y no estaba habilitado para realizar cobros de manera independiente. Pero lo conocían: había sido empleado, y lo sorprendieron vendiendo pólizas que nunca registraba. Con un juicio civil de por medio, lo obligaron a resarcir a las víctimas y lo echaron.
“Hay mucha prueba documental para examinar. Tenía varios factureros con los datos de los clientes a los que les cobraba las cuotas, son más de 100. Hacía al menos un año que venía cobrando los seguros”, contó Mercado.
Cuando el damnificado se dio cuenta de la maniobra, le contó a sus compañeros de trabajo, en un local comercial dedicado a la venta de aberturas, en Avenida Alem al 2.700 de barrio Villa Azalais. Otros cinco empleados también eran clientes del falso corredor. Llamaron a la Policía, y acordaron capturar al estafador con las manos en la masa.
El miércoles, Bossio acudió al comercio para realizar el cobro respectivo del mes de marzo. Los billetes habían sido marcados. Les entregó los recibos, y cuando se iba, lo apresaron. Fue imputado por la Fiscalía de Instrucción de Distrito 3, Turno 1, por “estafas reiteradas” y quedó detenido en la UCA.