Lidia Prozer relató que el muchacho ingresó y con un tono imperativo logró paralizarla. Como la víctima se hallaba sola en la oficina de la firma Río Uruguay Seguros, sólo atinó a entregarle el dinero que había en la caja y el celular de su propiedad, tras lo cual el individuo se alejó caminando.
La mujer describió al ladrón como morocho, 1,70 metros, delgado, bien vestido. Dijo que en ningún momento exhibió arma alguna.
Prozer sostuvo que la semana pasada ocurrió un robo de similares características en la secretaría de una parroquia cercana.