sábado, 15 de mayo de 2010

DA RISA ,NO?


El ex banquero Marcos Gastaldi y el magnate italiano Luciano Benetton volvieron a encontrarse bajo el sol de Punta del Este. Más aún, se mostraron juntos como los buenos amigos que son desde hace 20 años. Lejos parecen haber quedado los años en los que Gastaldi mantenía un perfil más que bajo –luego de la quiebra del banco Extrader, en 1995– y en los que el cerebro detrás del emporio italiano de los colores venía poco y nada al sur de América. Tiempos en los que la relación entre ambos continuaba en forma fluida, aunque a la distancia. Pero ya no. Gastaldi y su mujer, Marcela Tinayre, fueron los anfitriones del italiano y su esposa Laura en su casa de José Ignacio y compartieron también alguna de las fiestas del exclusivo jet set esteño. Pero no todo fue diversión en Punta. También hubo tiempo para discutir y brindar por negocios inminentes.

Según pudo saber FORTUNA, ambos empresario preparan un desembarco en el negocio de los seguros en la Argentina. De la mano de Gastaldi, es el debut mundial del grupo italiano en este rubro. Además, el holding, cuyo negocio de indumentaria factura 18.000 millones de euros por año, ampliará su presencia local en los próximos meses: construirá una curtiembre en Trelew, planifica instalar un frigorífico y mantiene sus 900.000 hectáreas en la Patagonia. Esos campos, que administra por medio de Compañía de Tierras del Sud Argentino S.A. (CTSA), le significaron una inversión de u$s 80 millones.

NUEVOS NEGOCIOS. Este año, Luciano Benetton se quedará con un tercio de la local Aseguradora Federal Argentina S.A. Si bien aún se está definiendo el monto final de la operación, es una realidad que Gastaldi es el nexo entre las partes y quién convenció al italiano de apostar por un rubro desconocido dentro de su basta cartera global de negocios.

"No está cerrado todavía, pero sí muy avanzado", confirma Luis Dapero, presidente de Aseguradora Federal Argentina. "En mayo fui a Milán, nos reunimos con Rocco –hijo de Luciano– y acordamos encarar un proyecto en forma común", detalla el empresario.

Aseguradora Federal es una compañía mediana, según su presidente. Factura unos $ 70 millones por año y en la actualidad se dedica básicamente al ramo automotor. El mayor objetivo de la nueva sociedad es diversificar la cartera de negocios y enfocarla más hacia el segmento de los seguros de vida.

En principio con el traje de “celestino” entre las partes, el verdadero rol de Gastaldi en la operación se definirá en los próximos días cuando se plasme el acuerdo definitivo. Mucho más que un lobbysta, las opciones incluyen hasta la representación formal de los Benetton en el directorio o en el management de la aseguradora. Otro detalle a definir es cuál de las empresas del grupo canalizará la nueva inversión, o si lo hará Luciano individualmente a través de una nueva sociedad.

Si bien la reunión en Italia fue con Rocco varios meses después, en noviembre del 2005, Carlo Benetton –hermano menor de Luciano y presidente de CTSA– cenó con Gastaldi y Dapero en el Hotel Alvear de Buenos Aires. Allí, delinearon la operación a la que luego Luciano le daría el OK. En CTSA, por las dudas, prefieren mantener el perfil bajo tradicional y no hablar del tema hasta recibir un guiño de Milán.
"Es la primera experiencia mundial de los Benetton en el mercado de los seguros y la encaran sólo porque está Marcos en el medio. Él tiene una gran amistad con los Benetton, les inspira mucha confianza. Para la familia Benetton es muy interesante entrar al negocio de los seguros. La idea es formar una compañía que no sea sólo local. No hay muchas empresas mixtas en el sector: son extranjera, nacionales o cooperativas", detalla Dapero.

SEGMENTO EN ALZA. "El mercado de seguros tiene mucho para crecer. Los segmentos de autos y otros productos tradicionales se están estancando por sobreoferta", describe Víctor Varone, experto en seguros del estudio Iezzi-Varone. "Pero hay un terreno muy propicio para otros campos, como garantías, cauciones y otras modalidades que están fuertes en el mundo y que aquí recién empezamos a ‘descubrir’. También es buen momento para seguros de vida, que si bien son un producto tradicional, aún tienen mucho para crecer. Es un buen momento para invertir en el sector, aunque el mercado tendría que sanearse más con controles oficiales y ayuda de las propias empresas", afirma.

Continúa







A pesar de las buenas condiciones para la inversión, algunas fuentes del mercado indican que la empresa de Dapero no es una rara avis dentro del rubro.

"Aseguradora Federal es una empresa que absorbió la cartera de una compañía llamada FATA, liquidada hace unos años y se la podría ubicar dentro del grupo de aseguradoras preocupada por la caja. Tiene muy buen marketing y en eso, la cercanía de Gastaldi, ayuda mucho", asegura un especialista en seguros que prefirió el anonimato.

"A mí el perfil alto siempre me dio malos resultados". Así, lacónico, se excusó Gastaldi en Punta del Este a la hora de comentar el nuevo negocio. Si embargo, en el círculo íntimo del empresario confirman el acuerdo de confidencialidad firmado con Benneton por la operación. En confianza, aportan que el acuerdo llega en un momento en el que los Benetton volvieron a ver con buenos ojos las inversiones en el país aunque la situación aún no es propicia para regresar con sus famosas tiendas. "Me encanta la Argentina, pero siento profundamente no poder regresar todavía. En los últimos años, los costos eran injustificados y la burocracia es tanta que se hace imposible la importación de productos", le dijo Luciano al diario La Nación en octubre, cuando el grupo festejó en París sus 40 años.

La relación entre Gastaldi y Benetton se gestó en 1985, cuando se conocieron en Punta del Este y el argentino le alquilaba su chacra. En los ’90, Gastaldi estuvo vinculado a gran parte de la actividad comercial del clan italiano en el país: desde el manejo de las marcas de indumentaria (Benetton, Sisley y 012) hasta la compra de campos en el Sur.

Si bien la relación con Luciano siempre la comandó Marcos, éste estuvo secundado en todo momento por su hermano menor Federico, una mezcla de hombre de negocios todoterreno y playboy latino, íntimo del Rolling Stone Mick Jagger y ex novio de la diseñadora Stella McCartney, hija del ex Beatle. Uno de los pocos enterados del nuevo negocio de los seguros, deslizó con los pies en la arena que, si bien Federico está radicado en el exterior, quizás pueda unirse al negocio.

Benetton estuvo una semana en el Este. Vacaciones cortas, pero intensas. Disfrutó de sus paseos por la arena, cenó con Mariano Grondona, saludó a Juan Navarro en la fiesta de Lacoste y hasta dijo presente en la inauguración de la florería que Ignacio Viale (h), el hijo de Tinayre, abrió en La Barra. Luciano, el de las eternas camisas blancas y sweaters coloridos sobre los hombros, se mostró siempre sonriente y distendido.

REY PATAGÓNICO. Hasta el momento, los negocios formales de Benetton en la Argentina se nuclean en torno a CTSA, una sociedad anónima que preside Carlo y cuyo vicepresidente es Diego Perazzo, ex Loma Negra.

Los últimos anuncios de CTSA estuvieron relacionados con la construcción de una curtiembre y un frigorífico ovino en la zona franca Comodoro Rivadavia. Por ambos, CTSA iba a invertir u$s 15 millones, pero finalmente ese dinero será destinado sólo a Fabril Patagónica, la curtiembre que se levanta en Trelew donde ya funciona un lavadero de lana. La planta está en construcción y procesará 1 millón de cueros por año. A lo largo del 2007 se decidirá el lugar y la inversión que requerirá el frigorífico.

CTSA existe desde 1890 y siempre se dedicó a la producción agropecuaria. Fue de capitales ingleses, se nacionalizó y, en 1991, pasó a manos de Edizione Real State, el holding que nuclea todos los negocios de la familia Benetton. El desembolso fue de u$s 37,5 millones. Entre 1995 y 1998, CTSA compró estancias por u$s 30 millones. Hoy tiene campos en Santa Cruz, Buenos Aires y Río Negro, suma 970.000 hectáreas y cuenta con cuatro estancias que se dedican a la producción de carne vacuna, ovina, lana y cereales. Tiene 16.000 cabezas de ganado bovino y 260.000 ovejas cuya producción –1.300 toneladas de lana al año- se exporta a Europa. Desde su instalación, la compañía vendió campos por u$s 6,5 millones.

Pero no todas son rosas. A fines del 2004, CTSA ganó un largo juicio contra una familia mapuche que reclamaba 500 hectáreas como parte de su territorio. A pesar del resultado, la repercusión del caso –con viaje de los indígenas a Italia incluido– impactó en la imagen del empresario. Otro de sus proyectos cuestionados por los patagónicos es Minera Sud Argentina, la minera en la que CTSA tiene el 60% y cuyo capital a la fecha asciende a apenas u$s 500.000.

A nivel global, hace 10 años que Edizione Real State dejó de ser una empresa de indumentaria (con las marcas Benetton, Sisley, Playlife y Killer Loop) para convertirse en un diversificado holding. Autogrill, por ejemplo, es su negocio de catering con presencia en 27 países. Es dueña del 17% de Olimpia, el principal accionista de Telecom Italia, y controla aeropuertos, hoteles y negocios inmobiliarios, financieros y deportivos.

Autostrade, la unidad que maneja 3.400 kilómetros de autopistas en Europa, está en proceso de fusión con la española Abertis Infraestructuras. La operación es muy cuestionada por el gobierno italiano, pero si se concretara, Benetton se transformaría en accionista de las criollas Autopistas del Sol y Grupo Concesionario del Oeste. Ambas autopistas locales tienen a Abertis como accionista principal.

Y ahí sí, entre peajes citadinos, la paz de los productivos campos patagónicos y los lucrativos seguros, el empresario del pelo cano y los sweaters chillones vuelve al ruedo local. Y lo hace de la mano de un amigo de siempre.


Y BENETTON?