Se conmemora la iniciativa de Bernardino Rivadavia, que creó un Banco de Descuentos y una Compañía de Seguros Marítimos.
El Día del Seguro fue establecido por el decreto Nº 24.203 del 8 de septiembre de 1944. La fijación de ese día fue propiciada por la Superintendencia de Seguros de la Nación para conmemorar la primera iniciativa gubernamental, atribuida a Bernardino Rivadavia, de crear un Banco de Descuentos y una Compañía de Seguros Marítimos que, aunque no llegó a materializarse, se concretó el 21 de octubre de 1811 en una nota dirigida por el Primer Triunvirato al Tribunal del Consulado.
Recordar esta actividad económica es hacer referencia a la primera cooperativa que se fundó en la Argentina. Ocurrió el 1º de octubre de 1898 y se llamó “El Progreso Agrícola”. Su casa matriz está ubicada en Pigüé, localidad situada al sureste de la provincia de Buenos Aires. El Progreso Agrícola es una cooperativa de seguros. Se trata de la institución cooperativa más antigua del país y la primera de Latinoamérica en brindar servicios de seguros. El 1º de octubre cumplió 108 años desde que aquellos pioneros franceses comenzaron con esta iniciativa solidaria.
Según relatos, el granizo representaba el peor enemigo para los chacareros pampeanos de fines del siglo XIX. La única defensa que tenían los colonos de aquella época frente a las adversidades climáticas eran indemnizaciones reconocidas por aseguradoras de Buenos Aires, las que resultaban escasas, de bajo monto y tardías.
Esteban Simón era un aveyronés que se sentía atraído por las ideas económicas de su amigo Charles Gide, uno de los principales impulsores de la “concepción católica de la economía”. Simón pensaba que, con la unión de todos los chacareros, podrían reemplazar a las aseguradoras porteñas y se contactó con ellos para llevar adelante esta misión junto al fundador de Pigüé: Clemente Cabanetes.
El 1º de octubre de 1898, Cabanetes, Simón y un conjunto de chacareros de la zona conformaron “El Progreso Agrícola de Pigüé, Cooperativa Mutual de Seguros Agrícolas y Anexos Ltda.”, que se encargaba de formar un fondo común, ayudándose mutuamente, para que aquel que tuviera una adversidad climática como el granizo pudiera resarcirse y volver a trabajar la tierra en el próximo año.
La actividad aseguradora sufrió con el paso del tiempo diversos avatares. La dinámica histórica de nuestra República no dejó de lado al seguro. En sus inicios, este segmento de la economía fue captado casi en su totalidad por las empresas extranjeras. Éstas llevaban la delantera, no sólo por su mejor posicionamiento económico, sino por la experiencia estadística acumulada a través de mucho tiempo. Debe recordarse que Inglaterra, la cuna del seguro y fundamentalmente del reaseguro, tomó esa posición debido, entre otras causas, a que en ese -por entonces- imperio se inició un proceso transformador mundial, conocido como Revolución Industrial.
Plan estratégico
El número dos de la Superintendencia de Seguros, Juan Bontempo, efectuó “una convocatoria a todos los integrantes del sector a desarrollar un plan estratégico durante los próximos años”. Lo hizo al participar de los festejos por el 200 aniversario del sector asegurador argentino, donde disertaron el titular de Asociación Argentina de compañías de Seguros, Francisco Astelarra, y por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. “Un plan estratégico es el desafío del sector dentro de este modelo económico”, consideró.
El funcionario convocó a todos los participantes del sector, grandes y pequeñas aseguradoras, a consolidar la actividad del seguro y contribuir al desarrollo económico, a través el plan estratégico, “teniendo al Estado que funcione como unidad de control y de manera articulada” para promover dicho desarrollo. “Hay contexto político”, para hacerlo, sostuvo.
Se trata de “un mercado que produce 10.000 millones de dólares anuales, lo que no es cualquier mercado”, destacó Bontempo, quien reemplazó al superintendente Francisco Durañona.
Previamente, Astelarra describió los números del sector, destacando un crecimiento en los últimos años, que le permitió tener asegurados a 8,3 millones de trabajadores y a gran cantidad de empresas en el país.
Asimismo, sostuvo que se trata de un mercado muy competitivo que no supera el 3% de la masa salarial.
Entre los desafíos, Astelarra pidió la instrumentación de “un seguro obligatorio voluntario”, como tercer pilar del sistema previsional.
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