jueves, 23 de junio de 2011

Lo mataron para cobrar un seguro

Lo que inició como la  promesa de un mejor futuro terminó en un calvario para Julián Muñoz Romero y su familia pereirana, ya que no solo fue víctima de un engaño de una organización dedicada a la estafa para el cobro de seguros de vida, sino que también fue asesinado por un amigo de infancia en complicidad con su compañera sentimental.


La extraña muerte del pereirano que en un principio se registró como accidental por inmersión, según declaración de Sandra Nataly Giraldo Carmona, compañera sentimental del occiso; luego del dictamen de Medicina Legal las autoridades competentes fueron informados de que Muñoz Romero murió por asfixia mecánica.


La promesa
Como pago de una promesa que habían tenido desde la infancia que consistía en que al que le fuera mejor en la vida le ayudaría al otro, en el mes de diciembre del año 2009 Humberto Mauro Gómez Cataño (capturado), llegó a Pereira donde vivió su niñez y buscó a su gran amigo Muñoz Romero.


Gómez Castaño le propuso trabajo al pereirano en la ciudad de México, por ello el 9 de diciembre de ese año ambos salieron para Medellín (Antioquia), allí el investigado le presentó a Giraldo Carmona con quien supuestamente se debía casar como requisito para viajar al exterior.
Durante esos días según informó la familia de Julián, él manifestó que lo tenían viviendo como un rey.


El 29 de diciembre de 2009 Muñoz Romero adquiere un seguro de vida por un valor de 585.000.000 de pesos, donde la beneficiaria con el 100% era Giraldo Carmona.

Para México

Para el 31 de diciembre Julián llama a su familiares en Pereira y les dice que está muy contento porque se iba para la represa El Peñol y que si no los volvía a llamar no se preocuparan que después de acampar se iba para México, de ahí en adelante los familiares no volvieron a saber de Julián, pero no se preocuparon porque lo creían fuera del país, enterándose de su muerte para el mes de mayo de 2010 por medio de la aseguradora.

El homicidio

A las 6:00 de la mañana del 3 enero del año 2010 las autoridades fueron informadas por Giraldo Carmona que su compañero sentimental se había ahogado, al llegar al lugar y entrevistarla ella les expresó que “vivía con el pereirano desde hacía un año y medio y que fruto de esa relación iban a tener a su primer hijo, por lo cual Julián en su felicidad decidió irse para El Peñol a acampar con ella y varios amigos. El 2 de enero llegaron a la represa en horas de la noche y a las 2:00 de la mañana su pareja decidió salir a pescar y al ver que no llegaba dos horas después decidió salir a buscarlo en compañía de sus amigos, manifestando que encontró solo la caña de pescar”.

Seguro de vida

Al iniciar la investigación, la Fiscalía 94 Seccional de Marinilla recibió un comunicado de una aseguradora donde informaban que Sandra Nataly Giraldo Carmona presentó la reclamación de un seguro de vida por valor de 585.000.000 de pesos.


Esta situación provocó que las autoridades realizaran una indagación con relación a la vida marital de Sandra Nataly y Julián, logrando establecer en el registro civil de nacimiento que la mujer presenta nota marginal de matrimonio con una persona de nombre Jairo de Jesús Ochoa Castrillón, quien fue asesinado con arma de fuego el 26 de agosto del año 2010 en la vereda Hato Viejo de Bello (Antioquia), logrando establecer lo siguiente:


“Para el mes de julio del año 2009 Ochoa Castrillón contrajo matrimonio con Giraldo Carmona en Medellín, escogiendo Santa Marta para pasar su luna de miel en compañía de otras personas, entre ellas Román Darío Arango Londoño y Humberto Mauro Gómez Cataño, integrantes de la organización criminal, el último llevó a Jairo de Jesús al Banco Santander del municipio de Cereté (Córdoba), donde le hizo adquirir un seguro de vida por un valor de 100.000.000 de pesos, siendo beneficiaria Sandra Nataly”.

La familia MuñozLos investigadores ubicaron la familia de Julián Muñoz Romero en Pereira ya que de ellos no se tenía ningún dato, puesto que Sandra Nataly había manifestado que Julián era hijo único y que sus progenitores estaban muertos, hecho desvirtuado ya que los hermanos y sobrinos residían en la capital risaraldense.

A la cárcel por estafadores
En audiencia de garantías los investigados no aceptaron los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, tentativa de homicidio, porte de armas y estafa y quedaron privados de su libertad. Los mismos seguirán siendo investigados por al menos otros cinco homicidios bajo el mismo modus operandi.

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